DEJA VOLAR TU IMAGINACIÓN

jueves, 10 de julio de 2008

Todo se puede

Hoy es 7 de Febrero de 2008 y hace un año que cambió mi vida... Quien me iba a mí a decir que a estas horas estaría sentada yo aquí escribiendo mi vida... Bueno, empezaré por contaros en que se basaba mi vida anterior, para centraros un poco, y todo esto no os pille de sorpresa, como le paso a un amigo mío (Jaime), pero de él ya hablaré más adelante... Por cierto, antes de que se me olvide mi nombre es María y tengo 24 años y soy medico (neurocirujana)Nací en Madrid aunque a los 10 años a mi padre lo trasladaron a Londres, así que me siento más londinesa que madrileña, pero esto ahora no viene a cuenta.Bueno, pues hace un año estaba yo tan tranquila en casa cocinando, y esperando a que mi madre viniera con una tarta de manzana, pero antes de que llegara sonó el teléfono y fue cuando esa llamada cambió todo...

Era una llamada publicitaria, una llamada anónima más, me informaban de una nueva tarifa de precios de cierta compañía de telefonía móvil. Yo esperaba a mi madre así que no me importó entretenerme a escuchar la oferta, sin darme cuenta esa voz comenzó a hablarme de temas que no tenían relación con la oferta... tenía una sensación extraña, sentía que me conocía, sin embargo esa voz me transmitía serenidad, confianza, seguridad... sentimientos que últimamente eran escasos en mi vida, únicamente centrada en el hospital... Hablamos durante una hora y al colgar me dijo: recuerde señorita Maria, que mañana es 14 de Febrero, y que ya es hora de dejar a un lado los problemas del hospital que tanto la perturban, por eso tiene una cita en el Restaurante 'Orsini' a las 22.00 de la noche. No olvide ponerse guapa. Por cierto, la mesa está a su nombre. Yo sabía que esa invitación, lejos de ser una broma, era una promesa que alguien, muchos años atrás me había hecho. Sí, era él, era Lucas, ese compañero de clase que el día que me iba de Madrid para instalarme en Londres que si a los 24 años no tenía novio, vendría a buscarme y me invitaría a mi restaurante favorito. Lo que parecía una promesa sin importancia y que se olvidaría al yo mudarme al país extranjero, volvía 14 años más tarde para hacerme revivir sensaciones que yo pensaba olvidadas...
Llegué al restaurante (iba con un vestido negro largo y un colgante que me regalo él hacia 14 años atrás, en él estaban inscritas mis iniciales), el de la recepción me dijo si tenia reserva y yo le dije que si, a continuación vino un camarero y me acompañó hasta mi mesa, en ella habían dos platos, dos velas y una tarjeta en la que ponía: "te perdí hace 14 años en un banco de la Puerta del Sol, hoy 14 años después necesito recuperarte, si tú me lo permites".En ese momento sentí un escalofrío que me recorrió toda la espalda, y noté como unas manos se apoyaban en mi brazo, cuando en ese momento se me acerca y me dice al oído susurrándome: Me permites volverte a querer?? no pude remediarlo y se me saltaron las lágrimas pero de alegría, le seguía queriendo a pesar de que habían pasado tantos años... se sentó enfrente de mí y me empezó a contar su vida desde que hace 14 años nos separaron cientos de kilómetros... ahora él era arquitecto, su vida había sido dura, pocos meses después de nuestra separación su madre murió y para el fue el mayor trago de su vida, un trago del que solo logro recuperarse meses después del fallecimiento, durante este tiempo te recordé cada día, me dijo con lagrimas en los ojos, también me dijo que promesa nunca se le olvido y que para el era su mayor ilusión. La noche transcurrió placidamente, ambos nos contábamos cosas y nos poníamos al día. Yo le contaba todo lo que me había hecho falta en aquellos años. Años en los que tuve que soportar como el matrimonio de mis padres si iba a pique por culpa de una mujer que se interpuso entre nosotros. Mis padres decidieron separarse le dije, y desde entonces, yo me refugié en mi madre, que me ayudó y me sacó adelante, apoyándome en mis sueños. Fue entonces cuando tuvimos un episodio bastante trágico. Mi padre había tenido un accidente de tráfico, y yo me mudé con él para atenderlo, fue entonces donde me vino la vocación de ser médico, y desde entonces no hice más que estudiar y quemarme las pestañas. Fue entonces, cuando sin darme cuenta, me cogió de la mano, y me llevo fuera del restaurante, donde un grupo de mariachis me esperaban para cantarme una preciosa canción que se titulaba 'María, en ese momento todas mis dudas se habían ido de mi cabeza, sabía que me quería y yo no podía negarlo, le seguía queriendo como hacia 14 años! (Es verdad eso que dicen que al primer amor nunca lo olvidas), aquella noche nos intercambiamos los teléfonos y quedamos para el día siguiente tomar algo y seguir hablando... Yo me fui hacia mi casa, pero justo cuando fui a entrar en el portal, un chico se me acercó y me dijo: "esta noche no quiero pasarla solo" en ese momento me giré y ahí estaba, entramos en mi casa y se la enseñé y empezamos a recordar nuestro primer beso (escondidos de nuestros padres en la buhardilla de su casa de la playa), la despedida... y en ese momento.... hicimos por primera vez el amor. Era el primer hombre en mi vida, muchas veces intenté imaginar cómo sería mi primera vez y con quién. Pero la realidad, ya lo dicen, supera a la ficción, y ese momento, quedará eternamente grabado en mi memoria. Dulzura, respeto, amor, pasión, adjetivos calificativos que describen una maravillosa noche, en la que dos niños, se hacían uno, para convertirse en los adultos que ahora eran.

A la mañana siguiente me levanté y Lucas me había preparado el desayuno, cada minuto que pasaba me recordaba a mi infancia, a esos escondites en los que nos besábamos apasionadamente... en fin, la mañana pasó muy rápida... Yo esa misma noche tenía guardia en el hospital, fue una noche bastante ajetreada ya que había partido y los seguidores del Chelsea empezaron una gran batalla campal contra los seguidores del Arsenal, cuando llegué a casa mi madre me estaba esperando, me acuerdo que en ese momento estaba sentada en el sofá verde que tanto le gusta y fue cuando me dijo:"me acabo de encontrar a un chico muy parecido a aquel niño que te gustaba en Madrid" en ese momento yo puse una sonrisa de tonta (como se suele decir) y le dije que si, que era él, que nos habíamos reencontrado, entonces le explique toda la historia... En ese momento sonó el teléfono y era él para decirme que tenía una sorpresa, que tenia que estar lista en 20 minutos porque me esperaba en un parque al lado de mi casa. Yo le hice caso y así fui, fue cuando llegué al parque que descubrí que me esperaban todos mis amigos de Madrid, aquellos con los que me había juntado desde que era una enana. Estaban todos allí, no podía creérmelo, eran ellos, volvíamos a estar juntos el grupo de los 7 fantásticos, como así nos llamaban. Era increíble volver a verlos, tan cambiados, algunos ya azotados por el paso de los años, pero sus sonrisas eran aquellas con las que 14 años antes me habían despedido, jurando no derramar una lágrima porque no era un adiós definitivo sino todo lo contrario era volver a estar todos juntos, ver que había pasado con nuestras vidas 14 años más tarde... Lola era la mayor del grupo, tenia 26 años y era profesora, hace 2 años se había casado con Marcos su novio de toda la vida y uno de mis mejores amigos de la infancia, ahora ella estaba embarazada y se les veía felices!!Carlota era misionera en Zimbabwe y me contó que le habían destinado a Somalia y fue cuando conoció a una monja y encontró allí su verdadera vocación, cuando me lo contó me quedé de piedra (pero no era para menos...), Jaime (mi mejor amigo, mi confidente y como si fuera mi hermano) vivía aquí en Londres a dos manzanas de mi casa, él es médico igual que yo! Santiago y Macarena (aunque la llamábamos Maca) estaban juntos desde hacía 5 años, y vivían juntos, él era abogado y ella economista y Broker en Madrid. Y bueno, de Lucas y yo ya sabéis bastante!Esa misma noche nos fuimos a cenar a un restaurante que estaba en el conocido barrio de Notting Hill se llama Portobello, y es un italiano en el que ponen la mejor pasta del mundo, generalmente cuando quedo con Jaime venimos a comer o a cenar aquí.Pasaron los meses y seguíamos viéndonos Lucas y yo, y nos seguíamos queriendo como hace 14 años atrás, Jaime por su parte había conocido a una chica que se llama Anne, es de Liverpool y es profesora en una escuela de idiomas, se conocieron en una discoteca y aquello fue como un flechazo... amor a primera vista, como se suele decir...El 15 de agosto yo me fui a Galicia. Allí residía parte de mi familia, y una de mis primas, se casaba el día 16. Fue maravilloso reencontrarme con la familia. A muchos sólo los veía de verano en verano, y muchos, habían cambiado tanto... que parecían otras personas, como extraños para mí. Mi prima estaba radiante, ella fue la que me esperó en el aeropuerto. Yo iba con Lucas, pues ya, era por todos sabido de nuestra relación, y lo acogían como uno más de los Rodríguez Cascón. Mi prima se había dejado el pelo crecer, ese pelito corto rubio que la caracterizaba ahora era una larga melena rizada que tenía tanto brillo, como sus ojos de enamorada. No podía creer que ella iba a ser la primera de nosotras que pasara por el altar. Ya era hora, mi prima Elisa, como se llama, no había tenido mucha suerte en el amor, y ahora parecía que todo apuntaba a hacer de su vida un camino de rosas. La ceremonia fue muy íntima, me refiero a que fue muy familiar. Pedro como se llamaba su novio y ahora marido era un hombre muy trabajador, que sabía lo que era ganarse el pan de cada día y ella igual que él. Me acuerdo que siempre que iba a visitarla a su casa estaba ayudando a su madre o en el campo o en la cocina, y a mí era algo que me impactaba mucho...Estuve unos días en Galicia enseñándoselo a Lucas, cada pequeño rincón del pueblo, reviviendo cada situación que me había dejado huella en mi vida (ojalá volviera al pasado para disfrutar de aquella maravillosa infancia). Regresamos a Londres en septiembre, porque yo empezaba a trabajar y él tenía que presentar su proyecto. El 20 de Septiembre recuerdo que le pedí que se viniera a vivir conmigo, quería estar la mayor parte del tiempo con él, aunque muchos días yo llegase a casa por la mañana y él en ese momento se tuviese que ir a trabajar...Una noche cenando, Lucas me preguntó si yo le quería, algo a lo cual le respondí, que me mirase, que si acaso mis ojos, no le decían día a día el inmenso amor que le tenía. Fue entonces cuando me dijo que había estado pensando en nuestro futuro como pareja, y me decía que sino le importaba, que él hubiera sido un cobarde por no confesarme su amor hasta 14 años después, y que ya iba siendo hora, de no dejar pasar más el tiempo y de tomar una decisión necesaria. Muchas ideas pasaban por mi mente. Sospeché que se olía que yo, estaba embarazada. Sí amigos, estaba embarazada del amor de mi vida, y como, la complicidad es lo nuestro, él tenía los mismos síntomas que yo. Me decía que algo en mi mirada era diferente, y que por qué no le contaba que íbamos a ser padres. Le conté que tenía miedo, tenía miedo de no encajar en sus planes. Yo sabía que el amor entre nosotros era algo más que evidente, pero muy poco conocía al hombre que escondía esa mirada que tan loca me volvía. Él, con lágrimas en los ojos, me respondió, que no me preocupase, que el amor lo puede todo, y que yo ya sabría conocerlo y entenderlo. Que no habría nada más bonito, que ver nacer un hijo que llevase nuestras sangres mezcladas, el sello de un amor, que sobrevivió a kilómetros y problemas y a los acontecimientos y pesares del tiempo...
Fui al medico y éste me dijo que estaba embarazada de 14 semanas, no se fue como si algo en mi interior diese una vuelta de alegría. A partir de esos días cada mañana me mareaba y tenía náuseas (fruto de la alteración de mis hormonas), Lucas cada día me cuidaba más, estaba pendiente de mí en cada instante, todos los días me venia a buscar al trabajo, mi madre se encargaba de comprar la ropita para su futuro nieto/a. Hasta mi madre y él hablaban del futuro nieto, y gracias a este pequeño mis padres se dieron cuenta que tenían que estar de nuevo juntos. Pero un trágico imprevisto cambió el rumbo de sus vidas... mi padre enfermó y 1 mes más tarde fallecía, fue un golpe muy duro para todos, especialmente para mí que me hizo recordar cuando tuvo el accidente, en fin a mí me costo mucho superarlo, pero gracias a la ayuda de los que estaban a mí alrededor lo logre superar. Mi madre entró en una gran depresión, pues a pesar de todo, había querido tanto a mi padre, que su ausencia la sumía en una profunda tristeza. Ella decía que mi padre le había dado lo más importante de la vida, que era yo. Fue entonces cuando mi madre me contó toda la historia que un día dijo contarme, y se atrevió a decirme que tenía un hermano. Sí, un hermano. Yo apenas me enteraba que estaba embarazada y de repente tenía un hermano. Ese hermano hasta entonces desconocido, fue el verdadero motivo, por el cual, mis padres se divorciaron. Mi padre había tenido una relación extramatrimonial de la cual había nacido un niño hacía 10 años. Ese niño, había crecido sin mí, y a pesar de que fue el fruto de una traición, mi futura maternidad, me hacía ansiar conocer a ese hermano, que necesitaba de mí. Fue entonces cuando comencé una intensa búsqueda que me llevó a conocer una fatídica historia. Mi hermano, pues así lo siento, había sido internado por los servicios sociales, pues su madre, lo abandonó al poco tiempo de nacer, porque mi padre no se había casado con ella. Multitud de sentimientos se apoderaron de mí y sentí un deseo terrible de acogerlo en mi casa. Pero teníamos un problema, ¿cómo recibiría mi madre la noticia? ¿sería capaz de no juzgar al niño y cuidarlo?
A mi madre se lo oculté unos días que había encontrado a mi hermano, pero una larga y tendida conversación con Lucas me hizo creer que le tenia que contar lo que de verdad sentía, lo que pensaba y más aún cuando se trataba de la vida de un adolescente de 14 años... Me acuerdo que llamé a mi madre para decirle que se viniese de compras para el futuro bebé que por cierto era un niño!, a ella le hizo mucha ilusión así que quedamos para ir, en un momento dado vi a unos chicos hablando de sus padres y fue cuando entonces le dije a mi madre que había encontrado a mi hermano, sabía que se llamaba Thomas y que tenia 14 años, iba a la escuela pública y vivía en un centro de acogida... en ese momento mi madre me miró (y ahora si que entiendo que las madres tienen un sexto sentido con los hijos...) y me dijo que lo que pensaba era lo correcto. Una semana más tarde fui al centro de acogida, y conocí a Thomas, parecía un chico muy tímido pero noté en él esa mirada penetrante de mi padre cuando conocía a alguien nuevo... Me presenté, al principio se mostró muy reacio a saber quien era... Pero cuando me iba hacia la puerta me djo: Gracias! por haber estado conmigo esta tarde... Lucas me estaba esperando en la puerta, pero noté en esa voz algo de seguridad y tranquilidad (algo que para un adolescente es algo muy imposible).Lucas en ese momento me miró y de camino a casa me dijo que ahora mi prioridad era mi hermano, y que él veía bien que viviera con nosotros un tiempo, al menos hasta que cumpliera la mayoría de edad y pudiese decidir qué hacer con su vida. Yo sabía que era muy difícil arrancar a un niño de su vida y hacerle ver que ahora tenía una familia, cuando creo que ni siquiera conociera el significado de la palabra. Además era adolescente, no sería fácil tarea traerlo a mi terreno y hacerle notar mi autoridad. Muchos pensamiento que me aturdían y me ahogaban, pero que se hacían un poco más livianos con saber que contaba con el apoyo de Lucas, del cual no tenía dudas sería un excelente padre.Pasaron los meses, y tras varios exámenes psicológicos, pruebas de ADN y demás trámites legales, el 15 de Diciembre, Thomas llegó a nuestra casa. Yo ya estaba de 3 meses y mi embarazo empezaba a hacerse evidente, algo que enseguida notó Thomas y algo en lo cual depositó tanta alegría e ilusión que incluso me asustaba un poco. Pasaron los meses, y Thomas y yo fuimos cada vez más cómplices. Estaba gratamente sorprendida por como había reaccionado y como era su comportamiento hacia nosotros. Un día, cuando llegaba a casa de mi revisión de cada mes me dijo que gracias por haber confiado en él y haberle enseñado a querer. Decía que mi futuro hijo, sería a la primera persona que podría comenzar a querer desde un principio. Que no sabía nada acerca de niños, ni siquiera tenía amigos, pero que sabía que la vida a su lado, tomaba otro color, y que Dios por fin le había iluminado para ser feliz. Sin embargo ahora que todo empezaba a fluir de nuevo un nuevo azote golpeo a mi familia, Thomas comenzó a sentir ciertas molestias y ese adolescente lleno de vida que comenzaba a vivir de nuevo cada día estaba mas apagado pero su única ilusión, mi futuro hijo, seguía viva. A los meses tuvimos un diagnostico fiable acerca de la enfermedad de mi hermano, cáncer, si, la desgracia se cebaba de nuevo con la familia. Era un cáncer terminal, los médicos recomendaron que supiera de su enfermedad, y así hicimos, Thomas se entero de su terrible enfermedad. Ahora solo le preocupaba conocer a Jhon, su futuro sobrino, antes de su desgraciado final. Los meses transcurrían, Thomas estaba siendo sometido a un fuerte tratamiento de choque. Los meses pasaban y parecía que el tratamiento surtía efecto. Poco a poco sus defensas se iban recomponiendo, y la espera del bebé lo reconfortaba y llenaba de esperanzas. Llegó la primavera y con ella el color y la luz, aunque en Londres pocos días teníamos sol, los que salía, eran preciosos y los disfrutábamos en la azotea que Lucas había preparado para que nuestro hijo jugara. Habíamos puesto una gran piscina desmontable y césped artificial. Thomas, que en el centro de acogida había aprendido algunas labores de carpintería había ayudado a Lucas a preparar una casetilla donde guardar los juguetes de nuestro futuro bebé. Ahora estábamos en el mes de Mayo, era el cumpleaños de Lucas y lo fuimos a celebrar a un pequeño pueblo que estaba situado al norte de Inglaterra, allí pasamos unos días antes de que naciera el pequeño, ya que en menos de un mes salía de cuentas... Thomas ya se había recuperado, mi madre cada día estaba más contenta con la decisión que había tomado con Thomas y su adopción, vivimos un fin de semana increíble.Cuando regresé a Londres tuve esa misma semana una jornada de casi 26 horas de hospital, en el que me recordó que hay que vivir la vida, porque hay cosas que llegan cuando menos te lo esperas, y eso fue lo que les paso a unos padres con su hija de 10 años... aquella situación o vivencia me hizo reflexionar, plantearme el futuro de otro modo, llegue a casa y se lo conté a Lucas, él me dijo que no me preocupara por nada, que siempre iba a estar a mi lado... Eso en cierto modo me reconfortó!Dos días más tarde me puse de parto, fue un parto natural y a la vez muy bueno, ya que no hubo ninguna complicación, pero... tengo que reconocer que el ser madre me ha aportado un miedo terrible. Miedo de poder perder a esa criaturita que hoy en día tiene 2 añitos y se llama Ferrán El momento en el que nació mi pequeño tesoro, será una de las imágenes que siempre mi retina mantendrá viva. El primer llanto que hizo, siempre lo recordaré, como el sonido más bello que jamás pude oír, pues era el primer sonido que mi hijo, un hijo que había estado dentro de mí 9 meses y algunos días, hacía para mí, hacía para el mundo. Un mundo del que por un momento, me había alejado, para vivir una experiencia única y maravillosa, que dentro de unos meses, concretamente en Junio, volveré a repetir con mi segunda hija, a la cual vamos a llamar Helena. Helena ha sido una niña muy deseada por todos, sobre todo por Ferrán que ya sabe los inconvenientes de ser hijo único y necesita tener un juguetito particular con el que descubrir qué se siente al ser el mayorcito de la casa. Thomas, a pesar de sus recaídas, ha sido un gran apoyo para mí en este tiempo, pues ha sido ese hermano mayor para Ferrán, y ambos tiene una complicidad enorme. Dentro de unos días Thomas, que ya tiene casi 17 años, acabará sus estudios de bachillerato y se irá a Navarra a estudiar químicas. Ha descubierto en la ciencia su verdadera vocación, y sueña con encontrar algo para curar tantas enfermedades mortales que lamentablemente tantos padecen en nuestro actual siglo. Yo, por fin he cumplido uno de mis mayores sueños, el de escribir un libro, este libro, un libro en el cual he podido expresar todo lo que soy y lo que tengo, como, a pesar de haber nacido con síndrome de down, he podido remontar y hacer una vida prácticamente normal. Tengo una familia a la que adoro, un hijo maravilloso y una futura hija que es la ilusión de mi vida. Mi marido es uno de mis mejores apoyos, y a él le debo la estabilidad y la seguridad que hoy en día tengo. Mi madre, está feliz, de que su hija, la cual lloraba porque se sentía diferente al resto de sus compañeros, ha logrado ser médico, y más aún ser feliz y poder integrarse en la sociedad sin complejos. Y todo te lo debo a ti, querido lector, que has sabido darme la oportunidad, de poder estar por algún tiempo en la mesilla de tu habitación, o en la pantalla de tu ordenador, compartiendo sonrisas y lágrimas, como aquel titulo de esa película que nos robó el corazón a más de uno. Gracias por todo.

FIN

Créditos: Fernando, Elena y Paula

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